Sr. Mañalich:
Le escribo para contarle que la realidad de la Salud de Chile, no es la que usted ha vivido en sus primera etapa desde el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, ni luego desde la Clínica Las Condes. Tampoco es aquella que intenta diseñar desde Mac Iver, en el Ministerio.
En estos años, le escuchado decir que somos una tropa de flojos Sr. Ministro, que si no nos gusta el trabajo, usted nos puede reemplazar con sus médicos de Las Condes. Hoy dice que parte del gremio es una vergüenza. Le quiero contar, que desde donde yo trabajo, miro con admiración a mis colegas que siguen, y persisten trabajando en el sistema público pese a las condiciones. En lo personal, he visto anestesistas atendiendo más de un pabellón, vi en una oportunidad llorar a una Doctora, por la impotencia de no poder el trato digno que nuestros usuarios mereces. Sr. Ministro, muchos a diario, nos conseguimos insumos, o incluso costeamos cosas que son mínimas para trabajar, y seguimos esperando que el sistema que usted lidera se arregle. Sr. Ministro, ¿se ha preguntado por qué muchos como usted prefieren atender al 16% más rico de Chile? Yo no creo que usted sea una vergüenza para mi gremio por eso, sólo creo que no pudo resistir lo que a diario muchos lidiamos de tener que hacer "lo que se puede" y no "lo que se debe", (bueno, probablemente también le interesaba un poco más que alguno de nosotros el tema económico).
Sr. Ministro, cuando usted dijo que las listas de espera se habían terminado, yo sí sentí vergüenza, vergüenza por mentirle a la gente. ¿Como le decíamos a la gente que nos venían a preguntar como era posible que se hubieran acabado las listas de espera y a ellos no los llamaban?, ¿Cómo les decíamos que usted que cree en la excelencia, ha preferido comprar en miles de millones prestaciones a privados, en vez de invertir en nuestro decaído sistema?. Sentí vergüenza de que se requirieran más de 12 muertos en Iquique, para que se hiciera un plan por la Influenza, pero que ante el primer caso en Las Condes usted apareciera. Siento vergüenza cuando veo a Quellón, Tocopilla, Casablanca, Calama e Isla de Pascua, teniendo que llegar a los extremos para solicitar salud.
Sr. Ministro, ¿cuántas veces usted ha enviado a hospitalizar a alguien y le han dicho que no hay cama?. ¿cuántas veces en su clínica le dijeron que no podía operar porque no había insumos? imagino que no tantas como a nosotros.
Le pido que en los meses que le quedan, simplemente trabaje por los que más lo necesitan, que entienda que las cosas eran para ayer, que la situación realmente atraviesa una crisis y es urgente. No nos siga diciendo que todo está increíble, que todo funciona, que no hay listas de espera. Yo no quiero Sr. Ministro, como usted, abandonar el sistema público, probablemente por una razón que usted no entienda ni comparta, dado que es una razón ideológica, yo creo en la Salud como un derecho fundamental, que debe ser público, solidario y equitativo.
Atentamente,
Dr. Alberto Larraín
No hay comentarios:
Publicar un comentario